Todos los 1 de enero, Betanzos emite la misma banda sonora. Son frases cortas con vocales alargadas que nacen en la plaza central. «Pijamas anticriiiiiiisis», «La pasmina, chica, la pasmiiiiiina», «Último día por cieeeeeerre»... Es la tradicional feria entre cuyos tenderetes se cuela una clientela muy variopinta. Porque Betanzos sigue siendo el epicentro de la resaca de A Coruña y el área metropolitana en la entrada del año. Desde la madrugada, taxis con escudos de múltiples ayuntamientos desfilaron por las calles brigantinas para trasladar a jóvenes que se reunieron en una popular discoteca de las afueras. Era la primera parada de una larga noche que tendría continuación en las terrazas de la plaza del Campo, donde se sirvieron miles de churros con chocolate. Además de los residentes en los concellos limítrofes, también se congregaron turistas portugueses o jóvenes desplazados desde el norte de Lugo o la provincia de Pontevedra.

Por la feria volvieron a pasear jóvenes con esmoquin o chicas con traje de noche que buscaban en los puestos de zapatillas un relevo para sus mortificantes tacones. Buena parte de los puestos de venta no tenían licencia, pero sabían que muchos feirantes titulares de la concesión renuncian a trabajar en la feria del primer día del año, que también oferta animales como conejos y cerdos. Las desproporcionadas ingestas de alcohol originaron alguna trifulca en las calles más céntricas de Betanzos pero, según apostilló la Policía Local, sin ningún tipo de consecuencia. Era una noche larga en la que los reflejos fallaban con el paso de las horas. Así, a los agentes también llegaron tarjetas de crédito olvidadas por sus titulares en los propios cajeros automáticos.

El buen tiempo incrementó el número de personas a lo largo de la mañana, lo que también facilitó el trabajo de los cámaras de televisión de varias cadenas nacionales que, una vez más, reconocieron que Betanzos forma parte de las tradiciones del 1 de enero del Noroeste español. El desfile de moda nocturna con zapatillas caseras continuó hasta primeras horas de la tarde porque algunos completaron el rito de año nuevo con el pulpo. En otros puntos de la comarca, como Arteixo, se celebraron fiestas gratuitas con orquestas promovidas por el Ayuntamiento. El Pazo dos Deportes arteixán acogió a 1.200 personas en Nochevieja.

Información: La Voz de Galicia